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martes, 26 de enero de 2010

LA ENSEÑANZA DEL BAMBU


La Enseñanza del Bambu


Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes:

• Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente

• Durante los primeros meses no sucede nada apreciable

• En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles

• Sin embargo, durante el séptimo año, en un periodo de solo seis semanas la planta de bambú crece ¡mas de treinta metros!

• ¿Tardó sólo seis semanas crecer? No. La verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de este lapso de tiempo. Sin embargo, en la vida diaria muchas veces tratamos de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que este requiere tiempo. Quizás por la misma impaciencia, muchas personas que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan el esfuerzo súbitamente justo en el momento en que estaban a punto de conquistar la meta.

Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado. De igual manera, es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante. Esos son los momentos -que todos tenemos- en que hay que recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que no debemos bajar los brazos, ni abandonemos por no ver el resultado que esperamos, si está sucediendo algo dentro de nosotros: estamos creciendo, madurando. Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando este al fin se materialice.

Moraleja

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación

Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros

Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia perseverancia.

LA OBTENCION DEL EXITO

La obtención del Éxito




Durante mucho tiempo se pensó que la inteligencia era la habilidad para resolver problemas de índole abstracta como son la lógica y las matemáticas. Recientemente se ha descubierto que lo que permite alcanzar el éxito, el bienestar general y una satisfacción en la vida, depende mas de cómo manejamos nuestras emociones y las relaciones con los demás que de nuestras capacidades intelectuales propiamente dichas. Esto explica él porque aquellos alumnos destacados en buenas calificaciones, no siempre ocupan los mejores puestos y no siempre obtienen los mejores salarios. La investigación nos indica 5 factores determinantes en la obtención del éxito y el logro de una vida de calidad.

1.- Conocer nuestras propias emociones.

En ocasiones resulta difícil distinguir entre el cansancio y el mal humor. De hecho, es más probable enojarse si se discute con hambre o sueño. También es difícil distinguir entre la tristeza y la soledad, cuando nuestras emociones no son claras, con frecuencia nuestros pensamientos son confusos. Por ello resulta muy provechoso hacer una lista de nuestros estados emocionales durante el día. Ello garantizará nuestro bienestar y permitirá el no dejarnos vencer por esos enemigos invisibles que son las emociones negativas.

1.- Hacerse cargo de la propia motivación.

El ser responsable de motivarnos a nosotros mismos, es el principio de toda superación individual. Uno mismo es quien debe encargarse de seguir adelante corrigiendo los errores y planteando nuevos caminos, motivarse a sí mismo es fundamental para obtener el éxito y aumentar la calidad de la vida que llevamos.

4.- Reconocer las emociones en los demás.

El distinguir como se sienten los demás y hacerlo notar, nos hace altamente comprensivos y apreciados por los demás, pues nos hace merecedores de confianza. Esta habilidad resulta crucial en la educación de los hijos y en la relación de pareja pues también es el principio de la intimidad.

5.- El manejo de las relaciones.

La vida es un flujo continuo de estar en contacto con la gente y con la naturaleza. De la calidad de nuestras relaciones depende mucho de la calidad de nuestra vida, pues de hecho, nunca dejamos de relacionarnos siempre habrá alguien cerca si se lo permitimos.

Un estudio reciente realizado en la Universidad de Harvard, indicó que para obtener el éxito en la vida era necesario un 85% de actitud y sólo un 15% de habilidad. Con ello quedó demostrado que no importa tanto el saber mucho o ser muy diestro en cierto campo del conocimiento, es más provechoso estar dispuesto, saber ser colaborador, estar sonriente, de buen ánimo, relajado y afable. Así que la disposición logra mas que el conocimiento. Esto también es particularmente valioso para la educación de los hijos, el bienestar familiar y la relación de pareja.

La creatividad cotidiana. La esencia humana es la misma que hay en la naturaleza. Si somos creativos continuamente, encontraremos la fórmula para que nuestro espíritu se exprese con libertad y en cada acto por insignificante que parezca, llevará un sello personal inconfundible y propio. La expresión mas elevada el espíritu es el amor. Si amamos todo lo que hacemos

El mayor fracaso es no llevar a cabo una idea por miedo al fracaso


El mayor fracaso es no llevar a cabo una idea por miedo al fracaso


Te has preguntado: ¿Por qué la gran mayoría que se ilusiona con un proyecto, acto seguido, comienza a sentirse paralizado por el temor al fracaso? ¿De dónde surge el miedo al fracaso?, ¿qué es exactamente?

Las respuestas pueden ser tan variadas, como variadas las formas de interpretar una misma situación. El fracaso está en la mente de cada individuo y en su manera de interpretar los posibles resultados derivados de alguna acción. En verdad el temor al fracaso, como la mayoría de los temores, es totalmente ilusorio e irreal, es la anticipación de un evento que no ha ocurrido, pero que se siente como si estuviese ocurriendo ahora y paraliza.

Imagina por un momento... que comienzas a desarrollar una idea ambiciosa y apasionante al mismo tiempo. Decides llegar hasta las últimas consecuencias y desarrollas un plan de acción coherente con tu propósito; lo ejecutas con perseverancia y valentía, pero al final, después de un duro trabajo, descubres que los “resultados” son desafortunados. ¿Se podría decir que has fracasado? Pues “lamentablemente” la gran mayoría piensa que si. Te catalogan como un “fracasado”.

Seguramente, más del 90% de los individuos que te rodean, estarán convencidos que “fracasaste” Te lo dirán o no, pero lo piensan y lo comentan entre ellos, y desde mi punto de vista, es precisamente lo que “podrían pensar” esas personas que te rodean, lo que te causa más temor, hasta el punto de no correr riegos para evitar lo que ellos, y tú, podrían percibir como fracaso.

"Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él."

-Mahatma Gandhi

Pero entonces, cómo deberíamos catalogar a la gran mayoría, que ni siquiera intentan descubrir aquello con lo que podrían disfrutar y sentirse realizados, por temor a que los identifiquen en el grupo de los fracasados; previsores, discretos, inteligentes...

Existe una gran diferencia que todos deberíamos valorar internamente. Quienes no obtienen el éxito esperado en uno, dos, tres o más proyectos, “fracasan” en uno, dos, tres o más proyectos. Sin embargo, quienes jamás lo intentan por miedo al fracaso o a lo que dirán, convierten toda su vida en una experiencia frustrante. ¿Cuál eliges?

"El fracaso más grande es nunca haberlo intentado."

-Proverbio Chino

Si tienes un proyecto para mejorar tu negocio, tu vida , o tu manera de contribuir, pon manos a la obra. Más vale correr el riesgo, que despertar dentro de 20 años, con el pensamiento martirizante de que pudiste haber tenido una mejor vida. Recuerda; NUNCA fracasarás, solo obtendrás una experiencia muy valiosa. El éxito y el fracaso son simplemente interpretaciones o caras de una misma moneda. Si quieres tener éxito, tienes que aprender a fracasar.

"Todo aquello que puedas hacer o sueñes que puedes hacer: ¡lánzate y hazlo! La osadía lleva consigo genio, poder y magia."

-Wolfgang Goethe